Con ese invento, Schweppes fundó una compañía en Londres a la que bautizo con su propio nombre. Esta nueva bebida produjo furor, primero con sus aguas con gas y luego con las aguas carbónicas con sabor a frutas. Fue tal el éxito que, en 1831, Schweppes paso a ser el proveedor oficial de soda de la familia real británica. Como ultima ocurrencia, al ver el crecimiento que en las farmacias anglosajonas estaba teniendo los jarabes medicinales, decidió añadir quinina a su refresco. De esa manera nació el agua tónica.
Cuando la India era la perla de la corono británica y una buena parte de su ejercito estaba destinado allí, fueron muchos los colonialistas que padecieron la picadura del mosquito anófeles, transfusor de la malaria, causa de que las bajas entre los militares y civiles ingleses se contaran por cientos.
Un alto oficial británico del que no se recuerda el nombre dedujo que si la quinina era la medicación que mandaban los médicos para prevenir tan grave y molesta enfermedad, este invento del caballero alemán al que llamaban agua tónica podría perfectamente sustituir al agua con quinina de sabor insoportable que había que beber forzosamente. Y si, ademas, se le añadía al vaso de agua tónica un par de copas de ginebra, se podía conseguir una bebida curativa que, a la vez, alegrara el espíritu. Y gracias a la mentalidad creativa del oficial británico nació el Gin Tónic.
Como es lógico, sobre su origen existente también otras versiones,pero lo que si es absolutamente cierto es que Sir Winston Churchill dijo en varias ocasiones:
-El Gin Tónic ha salvado más vidas y mentes de gente inglesa que todos los doctores del país.
¡Prepará tu propio Gin Tónic!: Receta del Gin Tonic
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